Y ayer -estos 35 años- que volví a empezar
incrustado en el cemento de los recuerdos
para cuando ya tuve más fechas
que lo olvidado por los caminos.
En un enlace de semicorcheas
vi el camino pasar
desde los vientos alivianados
hasta los juguetes olvidados.
Escribo para poder vivir
sin sentido alguno más que esa fuerza
la que tu recordarás en alguna avenida
sin comentarios ni opiniones fatuas.
El agua de las rocas me llaman
incesantes, inquietas
para poder tocarlas y elevarlas al universo
de alfileres y sinsentidos.
Tiempo que no escribo
ya los dedos se me iluminaban
convirtiendo esta felicidad en silencio
pero volveré a tu lado
... poesía.
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